Así es como se defininen los creadores del espacio polivalente de
Matadero Madrid, que pretende recuperar para los madrileños este viejo edificio de la época industrial, que sirvió como matadero hasta los años 80. Entre los principales objetivos del proyecto está la voluntad de
reflexión acerca de nuestro propio entorno social y económico y con ella la creación de una cultura del presente y del futuro. El inmenso espacio de Matadero Madrid impulsa las
nuevas creaciones de jóvenes artistas y se convierte así en una parada obligatoria para conocer la vanguardia artística española. Su actual coodinador,
Pablo Berastegui, también coordinador de la Noche en Blanco, hace hincapié en las infinitas posibilidades que este centro posee, merced en gran medida a sus
148.300 m2, de los que hoy a penas se están utilizando un 25%.
Se busca sobre todo un enfoque holístico de la cultura y por tanto teniendo en cuenta todo tipo de manifestaciones artísticas, que van desde la arquitectura y el paisajismo hasta la literatura y el cine. Son especialmente interesantes algunos proyectos que se fecundan dentro de las paredes frías de esta vieja fábrica, como el espacio permanente de Intermediae, que a través de la participación e interacción con el público promueve una reflexión crítica y activa de la sociedad que nos rodea. A través de la inestimable labor de experimentación, creación y difusión que Matadero Madrid realiza, se sitúa el nivel de oferta cultural madrileño casi a la par que otras capitales europeas como Londres o París.
Más información: http://www.mataderomadrid.com/
